The Ministry of Lost Souls

Hace aproximadamente 3 años vi por primera vez la película de Michael Moore “Fahrenheit 9/11” y el día de hoy, como normalmente hago, la volví a ver y tomó un nuevo significado para mi. Al verla por primera vez, a pesar de que tuvo cierto impacto en mi manera de pensar y me volvió un poco más crítico hacia el mundo que me rodea y fue un catalizador para que comenzara a cuestionar la mayoría de la información que llega a mis manos, mis ojos o mis oídos; en esta ocasión le di otro sentido que probablemente a mis 19 años no había sido identificado: LA AMBICIÓN COMO LA BASE DE LA SOCIEDAD MODERNA.

Mientras antes veía la guerra como la expresión máxima de la intolerancia humana y aunque en gran parte realmente así lo es, comienzo a ver la guerra como la máxima expresión de codicia que se haya presentado; más allá de los monopolios o el robo a gran escala, la guerra demuestra que nunca es suficiente para los buitres mercantiles y que los soldados y la gente muerta en el campo de batalla únicamente son piezas dentro de su largo tablero de ajedrez macroeconómico y únicamente tendrán sentido cuando hayan muerto.

Mientras miles de gente inocente está en el ojo del huracán que en lugar de agua contiene millones de litros de sangre derramada por todas las víctimas, los grandes ejecutivos se están frotando las pezuñas por los ceros que se aumentarán en sus cuentas bancarias. Hablan de las ganancias en oro negro, en lugar de ver como van a decirle a las familias que siguen esperando que sus hijos, hermanos, padres, sobrinos, tíos vuelvan con vida a casa.

Teniendo a un primo enlistado en la Armada, listo para ir a Irak por una guerra que no es suya, realmente me pongo a pensar en lo que pasaría si no regresara vivo a su casa en Texas; ¿Cuáles serían las consecuencias en nuestra familia? ¿Cómo afectaría nuestra perspectiva hacia la forma de gobierno de la cuál somos parte? Y la única respuesta que me viene a la cabeza es que no debo pensar en eso, pero lo cierto es que no está muy lejos de la realidad

Por último, en la película viene el siguiente fragmento de un texto de George Orwell, el cual tiene mucho sentido en este momento:

No importa si la guerra es real o no. La victoria es imposible. La guerra no es para ganarla, sino para que sea permanente. Una sociedad jerárquica solo es posible sobre la base de la pobreza y la ignorancia. Esta nueva versión es el pasado. Ningún pasado diferente pudo haber existido. En principio, la guerra esta planeada para mantener a la sociedad al borde del hambre. La élite dominante libra la guerra contra sus súbditos. El objetivo no es triunfar sobre Medio Oriente sino mantener intacta la estructura de la sociedad.