September 10, 2007

Traje Desastre

Este es el primer post que comienzo (desde que comencé a participar en este blog) sin tener claramente el tema que voy a tratar. Normalmente cuando hago eso salen las cosas sin ataduras y más directas del corazón como decía Luis Miguel cuando tenía voz de pito (aun conserva algo de esa esencia). En estos momentos me encuentro en el trabajo (también es la primera vez que escribo desde el epicentro de mi estress). Básicamente cuando estoy en este tipo de circunstancias comenzaría una crítica al sistema, al gobierno, a la iglesia o a cualquier forma que represente cualquier tipo de autoridad, debo admitir que tengo cierto problema con las figuras autoritarias en cualquiera que sea la expresión de esta misma. Y esta vez, lo haré de nuevo, me gusta estar inconforme, soy una persona a la que le gusta cuestionar el por qué de las cosas; y aunque esto de repente me llega a acarrear problemas (principalmente en casa y en el trabajo), nunca me arrepiento y no me siento satisfecho hasta que mi duda sea aclarada de la manera más entendible posible. Para los que no sepan, trabajo para una compañía de seguros, la cual está ligada a uno de los bancos más importantes del país, soy un ESPECIALISTA EN ATENCIÓN TELEFÓNICA (el nombre que nos da el banco cuando realmente no somos mas que simples y llanos telefonistas). Hace unos cuantos días, tuvimos una junta interna con el gerente de nuestra área, en la cual varios de los operadores expresamos nuestras inconformidades. Me considero una persona informal en cuanto a la vestimenta, no me gusta estar de pantalón de vestir, camisa y corbata, cuando llego a estar así me es realmente incómodo relacionarme con mi entorno. Todo esto desembocó, por mi parte, en una encarnizada discusión acerca del aspecto que según la empresa debemos de dar. Mi argumento era; ¿En qué manera afecta tu rendimiento la manera en la que vengas vestido? La respuesta que me vino fue una de las más estúpidas y retrógradas que haya escuchado: "Hay que reflejar una buena imagen". Es molesto que estando en pleno siglo XXI con internet de alta velocidad, electrónica que avanza día con día y demás cosas que tenemos al alcance, siga habiendo gente con un espacio tan reducido en su cabeza y crea que la imagen que se le da (la cara hipócrita), tenga que ver directamente con los resultados que cada quien de en su trabajo, y más tratándose de uno de la naturaleza como el que yo desempeño. A menos de que el o los clientes tengan pacto con el diablo o sean discípulos de Walter Mercado o Amira, puedan, con el simple hecho de escuchar mi voz, saber la manera en la que estoy vestido. Creo que parte de la libertad de expresión que debemos de tener se extiende a la vestimenta y que una persona desempeña mejor us actividades si está en un ambiente en el cual se sienta cómodo, sin llegar al relajamiento, claro está. Así que invito a todos los lectores de este blog, a que tomen en cuenta esta rama de la libertad que cada uno como individuo debemos tener: LA LIBERTAD DE VESTIRNOS COMO NOS VENGA EN GANA.